La radio que promovió el genocidio de los tutsis en Ruanda

La Radio-Televisión Libre des Mille Collines (1993-1994) se autodenominaba «Radio del pueblo», hoy día es reconocida por ser «Radio del odio». Su historia es recordada por promover de manera directa el genocidio de los hutus contra los tutsis, que dejó alrededor de un millón de víctimas en Ruanda en tan solo 100 días.

“¡Muerte! ¡Muerte! Las fosas con cadáveres de tutsis solo están ocupadas hasta la mitad! ¡Daos prisa en acabar de llenarlas!”, alertaba un locutor desde Kigali, la capital del país africano Ruanda. La radio era el medio de comunicación con el que más se informaban las personas, en una población altamente analfabeta. Rápidamente los mensajes de odio de Libre des Mille Collines que transmitía principalmente música moderna y popular, recorrería las calles y se se fecundaría en las mentes de los hutus dispuestos a asesinar por «principios» raciales.

Sin embargo, antes del nacimiento de RTLMC, el agite social fue inevitable. Incluso antes de que el presidente Ruandés Juvénal Habyarimana quien murió luego de que el avión en el que viajaba fuera abatido la noche del 6 de abril de 1994 y que posteriormente fue el punto de partida que dio inicio al genocidio.

El libro «Una temporada de machetes» de Jean Hatzfeld, en el que se narran los testimonios de los hutus, sus experiencias y pensamientos, durante la cotidianidad de Ruanda:

“Esos señores [los periodistas] eran artistas famosos y unos virtuosos muy divertidos. Preparaban tanto lo que decían y lo repetían tantas veces que también a nosotros, a los tutsis, nos hacía gracia oírlos. Hacían llamamientos para que matasen a todas las cucarachas, pero de una forma muy chistosa. A nosotros, los tutsis, esos chistes nos parecían divertidísimos. Nos reíamos de lo ocurrentes que eran las canciones que animaban a todos los hutus a unirse para suprimir a los tutsis. Nos pasaba lo mismos con “los diez mandamientos del hutu”, que aseguraban que pronto acabarían con nosotros. Estábamos tan acostumbrados que ya no nos fijábamos en aquellas matanzas terribles”.

Como «cucarachas que habían que exterminar», fueron entrenados hutus para asesinar a cualquier tutsi, aún cuando fueran niños y mujeres. Este masivo ataque estuvo caracterizado por el uso de hachas, cuchillo, fusiles y martillos y especialmente el machete, una herramienta muy significativa y antigua en la cultura ruandés para labores domésticas y de campo. Para la dotación de estas armas y financiamiento de la guerra, el gobierno extremista hutu desvió los recursos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

“En el fondo, un hombre es como un animal; das el corte en la cabeza o en el cuello y se cae solo. Los primeros días, quienes habían sacrificado ya pollos, y sobre todo cabras, llevaban ventaja; es lógico. Luego, todo el mundo se acostumbró a esta actividad nueva y se puso al día».

Machetes durante la guerra.

Durante una entrevista para un medio de comunicación, una de las locutoras más reconocidas de Libre des Mille Collines, Valerie Bermeriki y quien actualmente se encuentra condenada a cadena perpetua en Kidali, relata cómo desde la educación en la escuela, se les enseñaba a odiar a los tutsis, recordándoles que en cuanto los tutsis tomaran el poder, estos los asesinarían (a los hutus). Es también testigo de que la radio fue creada exclusivamente para promover abiertamente propaganda a favor del genocidio y ser fuente de inspiración violenta, a pesar de que existían otros medios de comunicación de odio, como los impresos, el factor analfabetismo fue determinante para que la radio se posicionara como referente de cientos de jóvenes. RTLMC Fue financiada por familiares del presidente Juvénal Habyarimana

Han pasado ventiseis años desde aquellos 100 días que marcaron historia en África, de las calles que se convirtieron en paisaje de montañas con cuerpos violentados hasta la muerte, de los gritos de horror, del recuerdo de que fueron más las lágrimas derramada en las iglesias, en los refugios humanitarios, en campo, que la misma sangre. Hoy día, la mayoría de locutores y locutoras de esta radio, están condenados a cadena perpetua en las cárceles de Ruanda, y son los rostros y voces testigos, de uno de los episodios más oscuros de Ruanda.

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